sábado, 7 de julio de 2012

Pedro Carrillo de Albornoz, ocupó de forma reiterada el prado de Albalate... (Sig. XIV-XV)

Durante el siglo XV, Pedro Carrillo de Albornoz, señor de Torralba, ocupó de forma reiterada el prado de Albalate...

           ..."El Concejo de Cuenca tenía en la Sierra grandes posesiones de tierras y montes, que arrendaba a los forasteros y a sus ganados, arrendamientos que proporcionaban ingresos a la ciudad.
     Pero, la ganadería era igual de importante para los nobles instalados en Cuenca, que tenían también un enorme potencial ganadero, para el que necesitaban tierras de pasto que les permitiera mantenerlo, por esta razón harán todo lo posible para acceder a la posesión de estas tierras. Serán las más próximas a sus señoríos las primeras en sufrir las presiones nobiliarias, llegando a arrendarlas a los vecinos de la zona, pretendiendo con esto reafirmar la nueva autoridad sobre el territorio, consiguiendo, además, rentas y censos de dicho vecindario. Aunque, las presiones no quedarán en esto, nos indica el profesor Sánchez Benito, que "paulatinamente se iba impidiendo a los que dependían de la jurisdicción ciudadana el acceso a los aprovechamientos comunales."
     Pero, será la Sierra una de las zonas que más tendrán que sufrir estas incursiones, debido a lo dificultoso que era su vigilancia, por su amplitud y por la cercanía de villas de señorío, cuyos vecinos entraban con total impunidad. Así gentes de Beteta, Uña, Poyatos, Tragacete, Huélamo, Portilla o Las Majadas realizan incursiones en la Sierra a lo cual no sólo destrozan los pastos, sino, que como podemos observar en un documento de 1423, también cortaban árboles con los cuales construían sus casas y pueblos, dejando así, las zonas comunales destrozadas para la utilización de los vecinos de realengo.
     De esta manera, en numerosas ocasiones se denuncian perturbaciones que afectan al normal aprovechamiento de los pastos. Cañizares, aldea de Cuenca, sufrirá directamente los acosos de Gómez Carrillo, el cual entra en la "yerba" del término, por tanto piden ayuda al corregidor Vergara. Todas estas acciones afectaban al huso comunal de las yerbas, lo que perjudicaba a los vecinos de Cuenca. A pesar de todo, los titulares de los linajes nobiliarios no cejaron en sus intentos de aumentar sus dominios a costa del realengo, así, Pedro Carrillo de Albornoz ocupó de forma reiterada el prado llamado de Albalate, próximo al lugar de este mismo nombre, que junto a Los Masegosos y Ensanchado el concejo consiguió recuperar en 1481, aunque no sin numerosos pleiteos e, incluso, con la intervención del alguacil.
     Otras acciones menos directas, pero igual de perjudiciales para la utilización de los comunales y para los beneficios económicos del concejo de Cuenca, eran los arrendamientos de los comunales de la ciudad o, incluso, el cierre de los términos de señorío, impidiéndose de esta forma su uso por los vecinos de las aldeas y sus ganados."
                                                                                                                          

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