Tercera Guerra Carlista: Cartas retadoras de Santés y Moltó desde Albalate de las Nogueras.

    Albalate de las Nogueras y Las Majadas.
  
   Tercera Guerra Carlista: Noviembre de 1873

   Cartas Retadoras de Santés y Moltó, desde Albalate de las Nogueras y Las Majadas.
                                                                                                                                                            

         Tercera Guerra Carlista.

 - FELIPE MOLTÓ Y DÍAZ BERRIO: General Español (Condecorado con la Gran Cruz de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III) (Comendador de la Orden).
   - JOSÉ SANTÉS Y MURGUÍ: 2.º Comandante General Carlista (Operaba por las zonas de Valencia, Guadalajara y Cuenca) (Tenía una base de operaciones en Priego y en las Majadas).
1.ª Parte: (Santés entró desde la provincia de Guadalajara a la de Cuenca, y fue a Priego. Allí se enteró de que venía Moltó en su busca, y se fue hacia Las Majadas).

    "Para batirle, salió de Albacete, el 24 de Noviembre de 1873, por disposición del Ministro de la Guerra, el coronel D. FELIPE MOLTÓ, al frente de una columna de 1.500 hombres de Infantería de Galicia y de la reserva de Madrid, dos piezas de artillería y 100 caballos; entró en la provincia de Cuenca; se dirigió por Iniesta a la capital, donde su presencia, siquiera fuese breve, era necesaria para tranquilizar el ánimo de los moradores, muy decaído por el temor a un nuevo ataque, llegó a ella el 28, descansó allí el día siguiente de las dos marchas forjadas, hechas con soldados bisoños la mayor parte; y el 30 salió con su columna y alguna Guardia Civil hacia Priego, porque presumía que estaban allí las fuerzas de SANTÉS, yendo después a Albalate de las Nogueras, por haberse éstas internado en las sierras que circundan a LAS MAJADAS."
   
     " El cabecilla dirigió un reto a MOLTÓ desde Las Majadas, que así como la contestación, constan en el oficio que insertamos seguidamente:"
   
    ..."A las dos de la tarde, y en el momento de llegar a éste punto, he recibido del cabecilla Santés la siguiente comunicación. < D. P. Rp= Ejército Real de Valencia. Comandancia General, = Hace algunos días que estoy marchando con mis fuerzas alrededor de la capital de ésta provincia, y habiendo tenido noticia que V. S. ha salido hoy de ella, con las que manda en mi persecución, he resuelto manifestarle que no rehuyo el combate; y al efecto, después de dar a conocer a V. S., el punto de mi residencia que es el en que va fechada la presente, le ruego se sirva designar y avisarme, cuanto antes le sea posible, el en que quisiera que midamos nuestras fuerzas, como asimismo el día y hora, en la seguridad de que  quedará cumplido su deseo. = Mi silencio se atribuiría tal vez a cobardía, y acaso pudiera V. S. - prevalerse de él para que la prensa encomiara su persecución ficticia y rebajara la conducta que estoy dispuesto a observar ahora y siempre, en justa defensa de la Causa que sostengo. - Suplico a V. S. contestación inmediata y pronta, para obrar según la resolución que adoptare, sin perjuicio de llevar adelante el plan preconcebido en mi marcha de operaciones. = Dios guarde a V. S. muchos años, = Campo del Honor de Las Majadas, 28 de Noviembre de 1.873".

Respuesta de MOLTÓ a SANTÉS, desde Albalate de las Nogueras:
   
   =El 2/ Comandante= El 2/ Comandante General José Santés y Murguí. = Señor D, N. Moltó, Jefe de la columna de operaciones de esta provincia, t = Pudiendo ser todo esto, Excmo. Sr.- una asechanza para alejarme de mi base de operaciones, que es Cuenca, tanto para intentar en ésta un golpe de mano, cuanto para huir con dirección a Chelva, lo cual creo más posible, le he contestado en carta particular lo siguiente:= Sr. D. José Santés.= Enterado de su escrito, sólo tengo que manifestarle que en vista de que como indica paladinamente en el mismo marcho en su persecución desde hace algunos días sin que hasta ahora haya logrado avistarle, a pesar de las marchas forzadas que para conseguirlo llevo verificadas; y comoquiera que pienso seguir esta misma conducta sin  descansar un momento, puede esperarme cuándo y dónde quiera, advirtiéndole que por primera y última vez contesto a escritos de esa naturaleza. = Felipe Moltó. 5 = Albalate de las Nogueras, 30 de Noviembre de 1.873. =
   
     A continuación MOLTÓ envía una carta desde Albalate de  las Nogueras al Ministro de la Guerra para informarle de los acontecimientos. Esta es la carta:
   
   =Intento por lo tanto; Excmo. Sr., seguir activamente en su persecución mientras pueda pasar con un carruaje de artillería, marchando en el día de mañana con dirección a Zarzuela punto en que me sitúa cerca del enemigo y me pone en inmediata comunicación con Cuenca = según los informes que he adquirido y que considero fidedignos, el cabecilla Santés llevará de 5 á 6.000 hombres, de éstos solamente 2.500 armados con Remington, Berdan y Minié, componiéndose el resto de jóvenes de 14 á 15 años, mal armados. Vuelvo de nuevo a molestar a Vp. E.  manifestándole los inconvenientes que para la persecución de los Carlistas tiene la artillería rodada, pues no hay camino alguno transitable para aquella arma que me conduzca hacia la parte Este de la provincia, por donde precísamente tiene que pasar el enemigo si, como supongo, se dirige a Chelva, en la de Valencia, a depositar el fruto de sus rapiñas y organizar su gente.” =Dios guarde a V. E. muchos años, = Albalate de las Nogueras, 30 de Noviembre de 1.873.=
   Excmo. Sr. =Felipe Moltó. = Excmo. Sr. Ministro de la Guerra.>>
 
    Lo que Felipe Moltó había sospechado fué cierto: Santés aprovechó la circunstancia, y sin aguardar a que llegase Moltó para el enfrentamiento que tanto parecía querer, salió de Las Majadas, y por Cañete se fué a Chelva (Valencia), donde tenía su refugio, a poner a buen recaudo el botín que había conseguido con sus numerosas rapiñas. Moltó, tras cerciorarse en la Sierra del engaño que le había hecho Santés, regresó en diciembre a Cuenca, donde ya le esperaba la orden del Ministro de la Guerra, para regresar a Albacete y allí continuar las operaciones que había dejado para perseguir a Santés. En Cuenca dejó dos compañías de la reserva de Madrid para su defensa, y así tranquilizar a la población de la capital y de la comarca, que andaban inquietos por las correrías y los saqueos de los Carlistas.